"Las aguas siguen bajando turbias" es un estudio formulado y publicado por Greenpeace en enero de 2013, el mismo consiste en un análisis sobre la calidad ambiental de las aguas superficiales de la Cuenca Matanza Riachuelo entre el año 2008 y 2012.
El siguiente análisis demuestra que la calidad de las aguas superficiales no ha tenido avances concretos, ni una tendencia que evidencie el mejoramiento de la calidad del agua. Los cursos superficiales presentan altos niveles de concentración de diferentes contaminantes que contradicen las supuestas mejoras en el recurso hídrico anunciada por las autoridades.
Parámetros para evaluar el nivel de contaminación:
●Oxígeno Disuelto (OD): es la cantidad de oxígeno que está disuelto en el agua; este parámetro permite analizar qué tan contaminada puede estar el agua. A mayor nivel de oxígeno disuelto mejor será la calidad del agua. Cuando un agua natural recibe materias reductoras orgánicas o inorgánicas, como consecuencia de un proceso de contaminación, su contenido en oxígeno disminuye.
Un río sin oxígeno o con niveles muy bajos es un río muerto, contaminado y que no permitirá el desarrollo de la vida acuática.
Para que el agua sea apta para actividades recreativas pasivas, según la resolución de ACUMAR, el OD debe ser mayor a 2 mg O2/L. Los usos de contacto directo (como la protección de la vida acuática, agua para irrigación y bebida de ganado) requieren estándares más elevados de calidad de agua, el OD debe ser superior a los 5 mg/l.
Los valores de los siguientes gráficos fueron tomados a partir del estudio de 45 puntos a lo largo de la CMR. Se tomó como inicio del estudio el año 2008, en el que comienzan las acciones de ACUMAR para reducir la contaminación de la cuenca.
●Demanda Química de Oxígeno (DQO): Consumo de oxígeno no biológico. Las fuentes artificiales que provocan una contaminación orgánica son los desechos domésticos y de las industrias que procesan materiales naturales, entre otros.
●Compuestos Fenólicos: Se originan artificialmente por causa de las industrias. Su presencia es perjudicial, tanto para el medio ambiente, como para la salud humana, al tratarse de sustancias tóxicas y corrosivas difíciles de degradar.
●Detergentes: son sustancias utilizadas en zonas urbanas e industriales, especialmente textiles y curtiembres en cuyos efluentes está presente dada su difícil remoción.
●Metales Pesados: provienen principalmente de los procesos. Tienen alta toxicidad en muy bajas concentraciones.
Nivel de contaminación de la CMR al inicio de las acciones de ACUMAR y cuatro años después.
*Los niveles de contaminación alta se detectaron en la cuenca baja del río.
Conclusiones a partir de los resultados
“Los resultados evidencian que no existe una evolución positiva en la calidad del agua y que los niveles de toxicidad siguen siendo muy altos. También demuestran que, más allá de las inversiones y las obras anunciadas por el Gobierno nacional, las medidas implementadas para alcanzar el saneamiento definitivo del Riachuelo hasta la fecha son incorrectas e insuficientes. Es necesario que las autoridades redefinan los objetivos de recomposición de la Cuenca, modifiquen las políticas de control industrial, y pongan en marcha un plan integral que apunte al cese total de los vertidos, como lo dispuso la Corte Suprema de Justicia de la Nación tras el fallo histórico del año 2008”, declaró Lorena Pujó, coordinadora de la campaña Riachuelo de Greenpeace.
Los cursos superficiales de agua presentan altos niveles de concentración de sustancias tóxicas. El indicador de contaminación industrial, que incluye tóxicos como plomo, mercurio, arsénico y cromo, demuestra que la Cuenca presenta un estado de contaminación industrial medio a alto en prácticamente toda su área.
“Es cierto que se están llevando adelante algunas acciones en el marco del Plan de Saneamiento: limpieza de márgenes, remoción de barcos hundidos y residuos, liberación del Camino de Sirga y empadronamiento de empresas, pero en cuanto a la contaminación de aguas no hay avances significativos. Las actividades de la ACUMAR en este sentido no están planificadas con plazos ni tiempos ni están planteadas con la profundidad que demanda el crítico estado de los cursos superficiales del Riachuelo”, concluyó Pujó.
En el año 2014 se publicó una actualización del estudio, en la que se comparaba el año 2012 y 2013, teniendo en cuenta los mismos parámetros.
Los resultados del mismo fueron los siguientes: dos sitios de monitoreo mejoraron, pero otros dos empeoraron, otro permaneció en contaminación alta en ambos años y otro no tiene resultados en 2013. Ninguno de los 45 está en la categoría “sin contaminación”. Es decir, teniendo en cuenta estos resultados, algunos sitios mejoraron pero otros empeoraron por lo cual no se confirma que haya una tendencia de progreso ni mejora que se sostenga en el tiempo en el saneamiento. La Cuenca Baja sigue, desde que comenzaron los muestreos, en una situación crítica por los altos niveles de contaminación.
Foto: Greenpeace |
Fuentes: Greenpeace
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